Patones de Arriba y subida al Cancho de la Cabeza



Hoy quiero estrenar la sección “España” de este blog con una excursión que hicimos recientemente, en marzo, en la comunidad de Madrid. La verdad es que la disfrutamos mucho y nos sorprendió, por lo que creo que puede ser una muy buena idea si estás buscando un plan que hacer cerca de casa.

Se trata de la visita que hicimos al pueblo de Patones de Arriba, que complementamos con la subida al Cancho de la Cabeza, un pico a 1263m de altitud que nos regala unas inmejorables vistas del embalse del Atazar.

Que no hubiera escrito aún posts sobre nuestro país no quiere decir que no crea que es disfrutable. Al contrario, quiero compartir contigo muchos planes que me han encantado tanto de varios días como otras excursiones cerca de Madrid.

¡Comenzamos!

Patones de Arriba

Hablemos primero de Patones. Se trata de un pueblo escondido en las montañas de la Sierra Norte, que sin duda aparece en todas las listas de “Pueblos más bonitos de Madrid”, ya que es uno de los mejores ejemplos de arquitectura negra que tenemos.

Cómo llegar

Para llegar hay que tener en cuenta que no se permite el acceso de vehículos al pueblo, aunque existe un parking en la entrada del mismo. Sin embargo, no es demasiado grande y se llena con facilidad. La alternativa es aparcar en Patones de Abajo y caminar 1 Km por un desfiladero hasta alcanzar el pueblo, con cierto desnivel (unos 100m).

Qué hacer

Callejear por Patones

No es difícil viajar al pasado cuando uno se pierde entre sus callejuelas o pasea junto al río, disfrutando de las vistas de las casas que cuelgan junto a él. El paisaje que lo rodea, además, acompaña, haciendo que sea toda una postal.

No se trata de un pueblo grande repleto de monumentos, sino de la experiencia en sí. De hecho, la oficina de turismo está en el interior de una antigua iglesia… Y está rodeado de los vestigios de tiempos en los que los habitantes vivían del pastoreo.

Puente que hay que cruzar

Si se camina junto al río, al pasar el lavadero y cruzar el puente, se puede alcanzar un mirador desde el que se puede disfrutar una panorámica completa del pueblo y el desfiladero (lo puedes ver en la foto que encabeza el post). No nos desviamos mucho, y llegamos hasta el punto en el que comienzan los principales senderos: la subida al Cancho de la Cabeza, que es el que haremos nosotros, o la vuelta al Cabezo.

Por supuesto, disfrutar de alguna de sus terrazas y tomar algo al solecito es un auténtico placer, que nosotros disfrutamos al terminar la ruta.

Subida al Cancho de la Cabeza

Se trata de una ruta de 12,5 Km, circular, con 500 m de desnivel (el punto máximo está a 1263m de altura). Técnicamente es fácil, aunque yo la considero moderada por la subida, teniendo en cuenta mi forma física. Para alguien habituado, será probablemente sencilla.
La verdad es que el recorrido es muy ameno, ya que se va pasando por distintas zonas muy diferentes entre sí.

Comenzamos la ruta en el punto que está marcado en el mapa, tras cruzar el puente junto al lavadero. La primera parte sigue todo el rato junto al arroyo de Patones. Nos cruzamos con algunas personas, pero no demasiadas. Esta primera parte es común con la ruta de “Vuelta al Cabezo”, por lo que hay que estar pendiente para no perderse el desvío (está bastante bien señalizado). En todo este trayecto la subida es muy suave, por lo que apenas se nota.

Recorriendo la primera parte de la ruta

Más adelante, se llega a una zona despejada, Peña Escrita, desde donde se inicia la subida por un cortafuegos a la Braña Grande. Ésta tengo que decir que sí que la sufrí, aunque las vistas son espectaculares. Aquí ya se nota la ganancia de altura, y el paisaje es alucinante. Nosotros decidimos comer, y así aprovechar para recuperarnos un poco. Y, sólo unos metros más hacia delante, llegaba lo mejor…

Y es que desde la Braña Grande ya podíamos vislumbrar del azul del embalse del Atazar. Al principio se insinuaba un poco, apenas dejaba ver alguna de sus curvas, pero girábamos y enseguida pudimos disfrutarlo en todo su esplendor…

Una última subida, ya con sabor a victoria, hasta llegar a la cima del Cancho de la Cabeza. Tuvimos suerte y en ese momento no había nadie más, así que pudimos deleitarnos con las vistas y disfrutar del buen tiempo, antes de comenzar la bajada.

Cima del Cancho de la Cabeza

Vistas desde la cima del Cancho de la Cabeza 


Embalse del Atazar

El camino es por una senda forestal, desde la que veíamos, a lo lejos, tras las montañas, las torres de Madrid, que asomaban entre las formaciones rocosas. Completamente diferente al camino de subida por el bosquecillo, junto al arroyo.

Camino de bajada

Nos acercamos por detrás a Patones, de nuevo, llegando a través de los restos de las antiguas eras, los tinados y los arrenes, que, como comenté anteriormente, son vestigios del pasado ganadero del pueblo… Disfrutamos de las vistas desde las alturas, y, ahora sí, del merecido descanso en la plaza del pueblo… Y así terminamos nuestra ruta.

Volviendo a Patones de Arriba


Espero que hayas disfrutado recorriendo esta ruta con nosotros. Como ves, no es muy difícil (lo que yo pueda hacer lo puede hacer cualquiera), y merece mucho la pena. Siempre me parece una buena ocasión para disfrutar de la naturaleza, aunque no lo puedo hacer tanto como me gustaría.

Iré ampliando esta sección con escapadas por nuestro país y otras excursiones que hacer cerca de Madrid. ¡Que las disfrutes!


Nota: en esta excursión no llevaba la cámara, por lo que todas las fotos están realizadas con el móvil.

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