La Chorrera de San Mamés
Después de meses de
incertidumbres, de soledad, de rutinas y de aislamiento total de la naturaleza,
por fin, llegó el día en el que podríamos reencontrarnos con ella. No pretendo insistir
más en este tema, simplemente quiero compartir cómo me sentí el día en el que
conocí la Chorrera de San Mamés.
Se trata de una de las
cascadas más altas de la Comunidad de Madrid, con 30 metros de caída. Nuestra
visita fue a principios de junio, uno de los momentos en los que cuenta con
mayor volumen de agua.
Existen dos senderos principales
por los que llegar a ella: el más conocido, desde San Mamés, de 7,5 Km
de distancia (ida y vuelta) y unos 350 metros de desnivel, o desde Navarredonda.
También se pueden hacer rutas circulares más largas, pero eso ya depende de las
ganas y la preparación que tenga cada uno.
Vistas del embalse de Riosequillo desde el camino
En nuestro caso, escogimos el
origen en San Mamés, aunque hicimos una pequeña variación, de manera que parte
del camino de vuelta lo hicimos por el sendero hacia Navarredonda,
que abandonamos posteriormente para volver a la pista principal hacia San
Mamés.
Para comenzar, nos dirigimos hacia la quesería
del pueblo, donde hay un área donde está permitido el aparcamiento. Me quedé
con las ganas de probar alguno de sus quesos a la vuelta, pero la cola que
encontramos y la situación actual nos echaron hacia atrás.
El camino inicialmente era bastante
llano, rodeado de campos coloreados por la primavera en los que pastaban las
vacas tranquilamente, bajo los árboles.
Vacas descansando junto al camino
Al poco tiempo de empezar,
llegamos a un mirador desde donde se disfruta de unas vistas
privilegiadas del embalse de Riosequillo. Justo en ese punto hay una bifurcación,
en la que tomamos el camino de la izquierda, hacia “El Chorro”.
Poco a poco vamos ganando altura
(aunque tampoco mucha), y podemos observar el valle, cruzado por un arroyo, con
los Montes Carpetanos de fondo, y, de repente, vemos por primera vez la
Chorrera asomando entre los árboles. ¡Y acabamos de empezar!
Vistas de la cascada desde el camino
La sensación de paz y de libertad
mientras caminamos nos va haciendo poco a poco olvidar la situación que hemos
vivido en los últimos tiempos…
Así, llegamos hasta un bosque de
pinos, en cuya entrada se sitúa la Cabaña del Leñador. Aquí, cambia por
completo el paisaje, mientras paseamos a la sombra de los árboles. El camino
está muy bien señalizado en todo momento, por lo que no tenemos dudas.
Cabaña del Leñador
Pasamos de largo una fuente,
y la llamada Puerta de los Carpetanos, una bifurcación en la que
seguiremos la indicación hacia “El Chorro”, el camino de la izquierda. Más
hacia adelante vemos un cartel que nos señala un sendero estrecho que desciende
entre los pinos, y que tomaremos a la vuelta.
Fuente
Continuamos hasta salir del pinar.
Aquí el camino discurre junto a un pequeño arroyo que refresca el ambiente. Lo
cruzamos por un puente de madera y vemos que el camino comienza a subir entre
rocas, hasta que finalmente alcanzamos el primer mirador.
La vista de la Chorrera
impresiona. En este momento lleva bastante agua, y el emplazamiento en un lugar
elevado hace que las vistas hacia el valle sean muy amplias. Decidimos hacer
una pausa y disfrutar del lugar, que sin duda lo merece.
Chorrera de San Mamés
Tras relajarnos un rato, a tan
solo unos metros, llegamos a la base de la cascada. Aquí hay bastante
más gente de la que hemos encontrado en el resto de la ruta, y la vista nos
parece menos bonita, por lo que no nos detenemos mucho.
Vemos que a la derecha comienza
un sendero que asciende paralelo al salto de agua, y que nos conduce hasta el mirador
superior, donde podemos contemplar la cascada y el valle desde las alturas.
Subimos un poco más, y vemos que el arroyo ha ido dejando pequeñas pozas que
algunas familias aprovechan para hacer picnics.
Mirador superior
Nosotros decidimos dar la vuelta
y comenzamos el camino de regreso, que es similar al de ida hasta llegar al
pequeño sendero del pinar, que nos queda a la derecha, y está marcado
por una señal hacia Navarredonda.
Sendero a Navarredonda
Así, paseamos entre los pinos, y
observamos como el paisaje vuelve a cambiar, encontrando musgo en las rocas y
los árboles, dejando una imagen como de cuento. El camino baja zigzagueando
hasta llegar al arroyo, que cruzamos por un puente de piedra situado en
un lugar encantador.
Puente de piedra
Esta parte está peor señalizada,
aunque encontramos mojones a lo largo del camino que nos van marcando que
seguimos la dirección correcta. Llegamos al final del pinar, y cruzamos un hueco
en el muro. Aquí vemos un nuevo cartel que nos indica el camino hacia
Navarredonda a la derecha, pero no lo cogemos, ya que volvemos a San Mamés.
Sendero a Navarredonda
Por tanto, nos quedamos sin
sendero, pero es fácil localizar la pista principal, ya que este camino está
en el fondo del valle que veíamos al principio, paralelo a ella.
Buscamos un lugar donde vadear el
arroyo, lo que no nos plantea muchas dificultades, ya que encontramos unas piedras
grandes enseguida. Continuamos junto a la vereda, disfrutando del paisaje y la
tranquilidad, hasta que llegamos a una zona con un pequeño muro. En ese momento,
decidimos ir a la izquierda y ascender en busca de la pista principal, que
encontramos en unos minutos.
"Camino alternativo"
A nosotros no nos supuso mucho
problema, pero lo explico porque quizás si te planteas conocer las Chorreras
quieras saber que “lo sencillo” es ir y volver por el mismo camino, o continuar
hacia Navarredonda y desde ahí volver a San Mamés, lo que prolongaría la ruta.
Yo disfruté muchísimo de la
mañana en el monte, de la experiencia y las vistas que tuvimos todo el tiempo.
Fue el baño de naturaleza que llevaba tanto tiempo esperando, y superó
mis expectativas.
Nosotros finalizamos nuestra
excursión comiendo en el vecino pueblo de Buitrago de Lozoya, que tengo muchas ganas
de conocer a fondo y seguramente protagonice alguna entrada de este blog más
adelante.
Espero que te haya gustado este
post y te hayan entrado ganas de conocer la Chorrera de San Mamés, una
auténtica sorpresa que tenemos bien cerquita.
Cualquier comentario que quieras
hacer no dudes en escribirlo. Y, por supuesto, ¡cualquier recomendación de otra
ruta será bien recibida!
Comentarios
Publicar un comentario
Deja aquí tus comentarios