Qué ver en Petra en dos días



Como os comenté en el post con la ruta completa que hicimos en 9 días de roadtrip por Jordania, voy a hablaros específicamente de qué ver en Petra en dos días, porque creo que lo merece. Escribí otro post con consejos para preparar un viaje a Jordania.

Un poco de Historia

Hace más de 2500 años, en torno al siglo VI a.C., los nabateos comenzaron a construir la que sería una de las Siete Maravillas del Mundo Moderno. Una civilización sorprendentemente avanzada, que incluso desarrolló su propia escritura (precursora del árabe) o un increíble sistema hidráulico. Hay que decir que, realmente, no fueron los primeros, ya que se han descubierto asentamientos neolíticos en la zona, y los fundadores fueron los edomitas.

Pronto, Petra se convirtió en el epicentro de las grandes rutas de caravanas que llevaban incienso, especias, y otros productos de lujo entre Egipto y el sur del Mediterráneo, lo que hizo que fuera una ciudad próspera y con un gran intercambio cultural.

Más tarde, en torno al 100 d.C., las rutas comerciales se desviaron a Palmira, y comenzó su primer declive. Sin embargo, los romanos la conquistaron y le dieron una segunda edad dorada, hasta que un terremoto en torno al 300 d.C. la destruyó de nuevo, y cayó en el olvido.

Desde ese momento, se convirtió en un secreto que sólo conocían las tribus de beduinos, que la utilizaban para descansar en sus rutas nómadas.

Sin embargo, en 1812, Jean Louis Burckhardt, disfrazado de árabe, engañó a los beduinos y consiguió llegar hasta ella. Imaginad lo que debió sentir al atravesar el Siq y encontrarse de frente con el Tesoro por primera vez… Se ve que le gustó la experiencia, dado que también realizó otros descubrimientos arqueológicos de la importancia del templo de Ramsés II en Abu Simbel.

Cosas a tener en cuenta antes de visitar Petra

Calle de las Fachadas

Petra se encuentra en el interior de un Parque Nacional, entre montañas. Sus dimensiones son gigantescas, y eso que se dice que apenas ha sido excavada una pequeña parte de lo que fue…

Digo esto porque hay que andar bastante, por lo que es recomendable llevar calzado adecuado y, dadas las altas temperaturas que se pueden alcanzar, bastante agua. Cuando fuimos nosotros, a finales de marzo, hacía bastante frío, por lo que no te confíes y comprueba las condiciones que encontrarás antes de ir.

En cuanto a si se vende comida en el interior, la respuesta es sí. Por el recorrido principal hay bastantes puestecitos, y un par de restaurantes de tipo buffet justo al final. También hay un pequeño kiosko en el Altar de los Sacrificios, y un restaurante justo enfrente del Monasterio, desde donde disfrutar de un sándwich con vistas. También hay baños en distintas localizaciones.

Debido al terreno arenoso en el que está, con las lluvias es fácil que se produzcan riadas, por lo que es posible que cierren las instalaciones, o que determinadas rutas queden clausuradas. Es importante tener cuidado, porque los caminos pueden ser traicioneros. Por lo visto, el día que llegamos a Wadi Musa ocurrió esto mismo. A nosotros nos afectó, ya que ese día cancelaron el espectáculo Petra By Night, que pudimos disfrutar el último día.

Las entradas se pueden adquirir directamente en las taquillas al llegar. Aunque hay bastante cola, es ágil y no se hace muy pesada. En nuestro caso, llevábamos el Jordan Pass, que las incluye. Te he explicado en qué consiste y por qué te interesa en este post. Si no, el precio es de 50, 55 o 60 JOD en función de si se va 1, 2 o 3 días.

El horario es diferente en función de la época en la que se vaya. Cuando fuimos, en marzo, aún era horario de invierno, y abría de 6:00h a 16:00h (a 18:00h a partir de abril). En cualquier caso, por mucho que madrugues o te esperes hasta el final, no esperes estar solo en Petra. Es un lugar maravilloso y por ello muy conocido. No te frustres, disfruta la experiencia, y busca lugares menos concurridos en su interior (¡los hay!).

Turismo responsable

Animales en Petra

En Petra observamos bastantes prácticas de turismo poco responsable. Simplemente quiero hacer un par de reflexiones. Evidentemente, no soy una experta del tema, pero sí que, poco a poco, vamos dándonos cuenta de más cosas y vamos aprendiendo a hacerlas un poquito mejor.

Se habla mucho del maltrato a los animales en Petra, y es cierto. Nosotros vimos cómo se trataba a burros y dromedarios, sobre todo, y no resultaba muy cómodo. Parece que la organización de Petra está empezando a ser consciente del tema, dado el revuelo que causa en las redes sociales, y comienzan a controlarlo. Ojalá vaya mejorando.

Sin embargo, en mi opinión, no es lo único a tener en cuenta. Petra está lleno de niños beduinos, que ven más rentable vender unas postales u otras baratijas a ir al colegio (en Jordania la educación es gratuita y obligatoria). Creo que comprarle a estos niños y favorecer el trabajo infantil no es demasiado responsable.

Y, ya en el ámbito de las redes sociales, he visto cosas que, una vez que he estado allí y me he informado, me han llamado bastante la atención. Por ejemplo, proliferan posts sobre miradores del Tesoro, algunos de ellos clausurados porque ha habido accidentes fatales, dato que no suele aparecer en estos posts. En ellos, los beduinos se ofrecen a guiarte de forma “segura”, pero eso no hace que lo sean. Existen miradores del Tesoro con vistas preciosas a los que se puede llegar sin correr riesgos. También he leído a quienes se ofenden porque van a un puesto beduino a disfrutar de las vistas y el dueño les pide que tomen una consumición (que no suele costar más de 1 JOD…). Creo que esto es algo que nadie se plantearía aquí en España. ¿Realmente soléis entrar en la terraza de algún bar a hacer fotos y os vais? Sinceramente, realmente agradecí tomarme un té en el puesto del mirador, después de la caminata para llegar…

Seguro que hay muchas otras cosas que podríamos comentar e incluso darían para un post completo, pero, como he comentado, yo no soy ninguna experta, y simplemente quería reflexionar contigo sobre lo que hacemos y el impacto que tenemos como turistas.

Qué ruta seguir en Petra

Aunque en internet la información es bastante confusa (o eso me pareció a mí), moverse por Petra es bastante fácil. Nada más llegar, en el Centro de Visitantes se puede obtener un plano en el que están marcadas las distintas rutas con colores, que recomiendo mucho.

Plano de Petra

Aquí tenéis una foto del mío, en el que hice algunas anotaciones de algunos lugares que quería visitar, aunque luego no hicimos exactamente lo que habíamos planeado.

Finalmente, nuestro recorrido quedó así:
  • Primer día: sendero principal y ruta hasta el Monasterio.
  • Segundo día: Al-Khubtha Trail, subida al Altar de los Sacrificios y bajada por el Wadi Farasa Trail.

De esta manera, vimos todo lo principal, pero también disfrutamos de lugares más alejados que merecen mucho la pena y pudimos disfrutar con tranquilidad, llevándonos un muy buen recuerdo de nuestra experiencia.

Sendero principal

El recorrido principal corresponde a la línea roja. Es prácticamente plano, y va desde las taquillas hasta el restaurante Al Basin, junto al Qsar. Son 8 Km ida y vuelta, y se tardan más de 4h en hacerlos, ya que en él se encuentran los puntos de interés más conocidos. Es, también, el más turístico.

Bloques del Djinn

El primer tramo es el menos espectacular, aunque ya existen algunas formaciones que comienzan a llamarnos la atención, como los Bloques del Djinn o la Tumba del Obelisco. Aquí hay multitud de vendedores de todo tipo, y beduinos que te ofrecen hacer el recorrido a caballo o en calesa, algo que, obviamente, no hicimos.

La emoción aumenta cuando uno llega al Siq, un desfiladero de algo más de 1 Km que, poco a poco, se va estrechando. Me recordó en cierta manera al Antelope Canyon, de Arizona. En los laterales presenta un canal procedente del periodo nabateo, que utilizaban para conducir agua. Toda una obra de ingeniería para la época. Pero, no nos desviemos… La emoción aumenta tras cada curva, pensando que, quizás, por fin lo veremos… Ya que el final del camino no es otro que el Tesoro de Petra.

Vista del Tesoro desde el Siq

El Tesoro o Al Khazna es lo más conocido de Petra, la imagen que ilustra todas las portadas y la foto que habéis visto en todas las redes sociales, y no es para menos. Su impresionante belleza es difícil de olvidar. El que sea observador se fijará en las marcas de disparos. Esto es porque una leyenda dice que en la urna funeraria del piso superior se esconde el tesoro de un faraón, y durante años los beduinos han disparado soñando con encontrarlo. Actualmente, está prohibido. Se encuentra iluminado desde las 8:00h aproximadamente en invierno, lo que permite disfrutar de todos sus detalles.

A continuación, se recorre la Calle de las Fachadas, flanqueada por multitud de construcciones que fueron tumbas nabateas esculpidas en la roca. Junto a ella se encuentra el Teatro Romano, que se encuentra excavado en la ladera de la montaña, siendo el único de este tipo en el mundo. Justo enfrente hay una cueva a través de la que se puede acceder a una roca que funciona de mirador de toda esta zona, en la que disfrutamos haciéndonos miles de fotos.

Teatro Romano

El camino nos conduce hasta el Ninfeo, una fuente semicircular que se llenaba con el agua que llegaba desde el Siq, y, con un pequeño desvío, hasta la Iglesia Bizantina, con un suelo lleno de mosaicos (sinceramente, no esperaba encontrar algo así en Petra). Desde ella hay unas vistas muy bonitas de uno de los siguientes puntos que veremos.

De vuelta al sendero, llegamos a la Avenida Columnada, construida originalmente por los nabateos y reformada por los romanos. Justo en su final encontramos el Gran Templo, de origen nabateo, cuyas dimensiones y estado son impresionantes. Con varios pisos y pasadizos, presenta una decoración muy elaborada y multitud de columnas, dándole una imagen imponente.

Gran Templo

Ya al final, justo antes del restaurante, se encuentra el Qsar Al-Bint, una construcción de gran tamaño, cuadrada, procedente del S. I d.C. Con todas las maravillas que habíamos visto en ese momento, reconozco que es lo que menos me impresionó. Además, no se puede entrar en su interior.

La mayor parte de los visitantes sólo realizan este recorrido, que es el más monumental, pero se pierden las maravillas naturales de Petra… Os voy a contar otros recorridos que hicimos, haciendo la visita, al menos desde mi punto de vista, más completa.

Ad-Deir Trail (Ruta al Monasterio)

Esta ruta comienza en el Restaurante Basin, justo al final del recorrido principal, y termina en el imponente Monasterio o Ad-Deir (la línea rosa en el mapa). Se trata de un camino de 2,5 Km que se tarda en recorrer unas 3 horas, debido a su elevada dificultad, ya que toda la ida es una subida constante. A pesar de eso, tengo que decir que yo estaba preocupada, dado que mi forma física no es excelente, y la hice sin ningún problema. También es cierto que, al ser marzo, no hacía nada de calor.

Subida al Monasterio

El camino en realidad es una hilera de aproximadamente 800 peldaños (en bastante buen estado) entre las montañas, recorriendo un paisaje que me sorprendió mucho, con precipicios con unas vistas increíbles sucediéndose unos detrás de otros. Las montañas rojizas y anaranjadas flanqueaban nuestro paso, dándonos sombra cuando el sol amenazaba con apretar. Recomendamos ir a partir del mediodía, ya que es cuando hay sombra y, por el contrario, el Monasterio se encuentra a pleno sol.

Triclinio del León

A nuestro paso encontramos también puntos de interés, destacando el Triclinio del León, que se llama así porque en la puerta tiene dos leones enfrentados.

Finalmente, el camino termina en una explanada. Al principio, no ves nada, pero si justo tuerces a tu derecha, te lo encuentras de frente. Y, aunque ya hayas visto el Tesoro y pensaras que nada te puede sorprender más, el Monasterio es tan enorme y tan impresionante que, sin duda, lo hace. Mide nada más y nada menos que 48 metros de alto (8 más que el Tesoro). Se trataba de un lugar de encuentro para órdenes religiosas y, posteriormente, fue una capilla cristiana bizantina, quedando unas cruces talladas en la pared como recuerdo de esos tiempos.

Justo enfrente, se encuentra una tetería-bar con mesitas estratégicamente situadas para tomarse un té o algo de comida mientras se contempla semejante maravilla. Nosotros decidimos comprar unos sándwiches de atún, que alargamos con un té, ya que no queríamos irnos. Fue uno de los mejores momentos que vivimos allí.

Vista del Monasterio

Justo detrás, hay una cueva con un hueco, desde el que se observa una perspectiva diferente del monumento.

En nuestra búsqueda de mejores puntos desde donde observar el Monasterio, seguimos unos carteles en la montaña que no dejaban lugar a dudas: “Best views”. Así, subimos un montículo, desde donde se contemplaba toda la explanada, el monasterio, las cabras pastando…

Vista del Monasterio

Animados por otro cartel decidimos seguir caminando, y llegamos hasta un mirador hacia un valle, de fondo verde, que posteriormente he descubierto que se llama Wadi Araba, y que me pareció absolutamente espectacular. Me recordó, de nuevo, a los paisajes de la Costa Oeste de Estados Unidos, y me sorprendió no haber oído nada antes de un lugar tan increíble.

Paisaje en Petra

Después de esto, emprendimos la vuelta. Necesitábamos descansar tras un día que había sido agotador, y asimilar todas las maravillas que habímos visto…

Paisaje en Petra

No lo he dicho antes, pero existe la opción de entrar en Petra a través de un trekking que va desde Little Petra (fuera del recinto), terminando justo en el Monasterio. Nosotros teníamos intención de hacerlo, pero, finalmente, viendo todo lo que había para ver en la propia Petra, decidimos realizar senderos por su interior. Sin duda, deber ser también una buena opción.

Al-Khubtha Trail (Tumbas Reales y mirador del Tesoro)

El segundo día decidimos hacer algunas rutas algo menos concurridas por el interior de Petra. He comentado antes que existen miradores del Tesoro “legales”, donde verlo con seguridad. Uno de los más conocidos, es precisamente el destino de esta ruta.

El Al-Khubta Trail (línea verde en el mapa) es un sendero de dificultad alta de 3,5 Km, que se recorren en unas 2 horas. Había oído de la dificultad de la subida al Monasterio, y ya he dicho que me pareció que “no era para tanto”. Pues bien, con esta ruta me pasó al contrario. Supongo que sería cuestión de las expectativas: la otra me asustaba, y esta no.


Tumba del Palacio

Comenzamos recorriendo otro de los principales lugares que ver en Petra: las Tumbas Reales. Si se va sólo un día, yo haría lo mismo que hicimos nosotros el primer día, y vería estas tumbas, que son impresionantes, aunque en un estado de conservación peor que el Tesoro o el Monasterio. Por orden desde el comienzo del camino son la Tumba de la Urna, formada por dos pisos con un patio, que sirvió de iglesia bizantina, la Tumba de la Seda, en la que se observa un espectacular colorido de las vetas en la roca, presente en las otras, pero de manera menos llamativa, la Tumba Corintia, que recuerda al Tesoro, y la Tumba del Palacio, realmente enorme, que se cree que albergó grandes banquetes o ceremonias funerarias, y que cuenta con 18 columnas en su nivel superior.


Vistas al Teatro Romano durante el Al-Khubtha Trail

Justo cuando acaban las tumbas, comienzan a aparecer los carteles que indican el comienzo del sendero, muy bien señalizado. Se encuentra formado de nuevo por una hilera de peldaños a través de las montañas, y por el camino se van encontrando impresionantes vistas del centro de Petra y del Teatro Romano.

Justo al final, se encuentra un puesto beduino, ahora tetería, donde el amable dueño te ofrecerá un té por un módico precio, que podrás disfrutar mientras contemplas desde las alturas el Tesoro. Últimamente, se está haciendo bastante popular, por lo que probablemente no estés allí precisamente solo, aunque tampoco resulta agobiante.


Mirador al Tesoro

Aunque se supone que hay otro camino para bajar, no estaba señalizado y no lo encontramos, así que decidimos volver por donde habíamos llegado.

Subida al Altar de los Sacrificios y Wadi Farasa Trail

Por último, decidimos realizar esta ruta, señalizada en el mapa con la línea naranja. La mayor parte de la gente, si deciden subir al Altar de los Sacrificios, a continuación descienden por el mismo camino, perdiéndose una ruta que realmente nos sorprendió y en la que disfrutamos de una Petra mucho más auténtica.


Vistas de la Calle de las Fachadas durante la subida al Altar de los Sacrificios

La ruta es también de dificultad alta, unos 1000 escalones excavados en la roca hasta llegar al punto más alto. En total es de 3 Km (solo es ida), que se hacen en unas 3-4h. Comienza en el sendero principal, a la izquierda del Teatro, y termina en el Restaurante Basin. Una opción alternativa es hacerla al revés, con una subida más suave. Para los que se preocupen por estas cosas como yo, tampoco tuve problemas para realizar esta ruta (de nuevo iba preparada mentalmente “para lo peor”).

El comienzo es similar al de la ruta previa, con vistas constantemente a la Calle de las Fachadas, y algunos puestos beduinos a los lados (muchos menos que en la subida al Monasterio).


Vistas desde el Altar de los Sacrificios

Finalmente, se llega a un obelisco, cerca del cual se encuentra el mirador más alto de toda Petra: el Altar de los Sacrificios. El monumento en sí no es muy impresionante, pero sí lo son las vistas e imaginar qué clase de ceremonias tenían lugar allí… Aun así, no me parecen las mejores que vimos en Petra. Sin embargo, me parece una ruta muy recomendable, sobre todo por el segundo tramo: el Wadi Farasa Trail.

Cuando descansamos de la subida, buscamos el comienzo de esta ruta menos conocida, que habíamos leído que era algo confuso, aunque no nos lo pareció. Se encuentra bien señalizado (quizá la información que teníamos no estaba actualizada), y empieza justo en el kiosko, cruzando por delante hacia su izquierda. El camino no tiene pérdida.


Puesto beduino en el Wadi Farasa Trail

Discurre a través de un valle flanqueado por formaciones rocosas rojizas y flores silvestres, el Wadi Farasa Trail, repleto de monumentos tan impresionantes como algunos de los que se encuentran el recorrido principal. El primero al que llegamos fue el Monumento del León, una imponente escultura, diseñada de manera que caía agua de su boca. Poco después, encontramos la Tumba del Jardín, aunque se cree que realmente era un templo.


Vistas de la Tumba del Jardín desde el Monumento del León

Tras pasarla de largo, aparece la Tumba del Soldado Romano, excavada en la roca, con una figura de un soldado esculpida sobre ella. Sinceramente, no esperábamos encontrar cosas así en esta ruta, sin haber oído hablar de ella. Es el lugar donde menos gente vimos en Petra, y nos sentíamos como unos exploradores descubriendo tumbas y descendiendo por el desfiladero, con la compañía de las cabras.


Wadi Farasa Trail

Finalmente, llegamos al inmenso valle situado detrás del Qsar Al-Bint, rodeado de montañas con cientos de cuevas que nos vigilaban, hasta que nos incorporamos al camino principal.

Para nosotros, esta ruta fue todo un descubrimiento, y la recomendamos tanto por su belleza, como por su tranquilidad. No nos sentimos inseguros en ningún momento en ella.


Qsar Al-Bint

Otras rutas

En el mapa, en internet, o incluso en guías como la Lonely Planet, podéis ver que aparecen otras rutas que no he nombrado. Petra  es tan inmensa que es imposible recorrerla en su totalidad en dos días, por lo que nosotros tuvimos que hacer una selección. Seguro que hay otras opciones igualmente buenas, pero para nosotros fue una elección perfecta.

Petra By Night

Petra By Night

Por último, voy a hablar de Petra By Night. Se trata de un espectáculo de luces y sonido que se realiza por la noche, frente al Tesoro. La entrada cuesta 17 JOD (algo cara) y no está incluida en el Jordan Pass. La venden en algunos hoteles y en las taquillas de la propia Petra. Nosotros las compramos en el control de seguridad al salir por la tarde. No se realiza todos los días: sólo lunes, miércoles y jueves.

Quiero contar mi opinión sincera. Petra By Night está pensada para ser una experiencia mágica. Comienza recorriendo el Siq, con la única iluminación de farolillos con velas en su interior.

Así, se llega justo ante el Tesoro, que ha sido decorado con cientos de esos farolillos, dándole un aspecto aun si cabe más bello. Entre ellos, hay cojines de colores, y los turistas van tomando asiento. Comienza el espectáculo. Músicos, leyendas… La duración no es excesiva y, al terminar, iluminan de colores la fachada del Tesoro.

Las opiniones están divididas. No hay un aforo limitado (un error desde mi punto de vista), por lo que esto sí que está realmente masificado. Eso hace en algunos momentos algo incómoda la visita, ya que no todo el mundo respeta el silencio y el momento que se está viviendo. Además, cuando encienden las luces, la gente se dedica a hacerse fotos delante, por lo que proyectan su sombra y no permiten disfrutar a los demás del efecto visual.

Sin embargo, a pesar de estas cosas, y de que no conseguí la foto que quería, a mí me encantó la experiencia. No voy a olvidar la imagen del Tesoro iluminado únicamente por las velas y las estrellas…

Nuestra impresión

Burros mirando las Tumbas Reales

No hace falta que lo diga yo: Petra es un imprescindible en todo viaje a Jordania. Ya os he comentado previamente que es un país que tiene mucho que ofrecer, y lo mantengo, pero la Ciudad Rosa no se ha ganado el título de Maravilla del Mundo por nada.

Merece cada segundo que se le dedique, y creo que lo óptimo serían dos días para verla con calma, aunque se puede hacer un recorrido optimizado en un día. Nosotros hicimos en total unos 34 Km, que no son pocos...

No voy a extenderme mucho sobre lo que opino de Petra (creo que ha ido quedando claro en las más de 3600 palabras que llevo escritas…). No hay que leerla, hay que VIVIRLA.



Como siempre, si te puedo ayudar en algo sobre tu viaje a Jordania o resolverte alguna duda, ¡deja un comentario!

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