Ruta a la Laguna de los Pájaros del Peñalara

El pasado domingo aprovechamos el buen tiempo que estamos teniendo en Madrid para hacer una excursión que me apetecía bastante, y que se ha convertido en una de mis favoritas de la Comunidad: la ruta la Laguna de los Pájaros en el Macizo de Peñalara, en la Sierra de Guadarrama.

En esta ocasión, además, nos acompañaban mis hermanas, por lo que fue un día que realmente disfrutamos muchísimo.

Datos prácticos

Se trata de una ruta lineal muy bien señalizada que parte desde el Centro de Visitantes de Cotos, de aproximadamente 11 kilómetros de longitud, y unos 450 metros de desnivel. Es sencilla, aunque bastante rocosa, por lo que tampoco se puede decir que sea un paseo, especialmente si no estás en forma (como es mi caso).

Plano oficial de las rutas recomendadas en Peñalara. Modificado de: https://www.parquenacionalsierraguadarrama.es/es/descargas/category/2-mapas

Existen algunas opciones para hacerla circular, al menos en parte. La más popular, y que sin duda debe merecer la pena, es aprovechar esta ruta para subir al Pico de Peñalara, que con sus 2428 metros es el más alto de la Comunidad de Madrid. Para ello, debe cruzarse el Risco de los Claveles, una zona escarpada y expuesta al viento, sobre la que leímos que es de dificultad moderada (aunque tengo que decir que vimos familias con niños cruzarlo). Se puede bajar posteriormente por el camino más habitual de subida al pico, las zetas. Espero realizar más adelante esta ruta completa, ya que tiene muy buena pinta.

En nuestro caso, decidimos tomar un desvío a la vuelta hacia la Laguna Grande, que parte desde el Mirador de Javier por un sendero que fácilmente puede pasar desapercibido, pero que enseguida nos deja a sus pies. Según mi móvil, con la subida al Risco de los Pájaros y este desvío, fueron 14,5 Km.

Nota: actualmente, por el COVID-19, existe un control de aforo en el parque. Aunque leímos en internet que había que apuntarse en el Centro de Visitantes según la ruta que se deseara realizar, una vez allí nos dijeron que no era necesario. En la choza que hay en el comienzo de las rutas, una persona se encarga de realizar este control. Nosotros llegamos poco antes de las 9 y encontramos aparcamiento y no hubo problemas con el aforo, por si te sirve referencia. Por este motivo, además, algunos caminos son de un único sentido, por lo que hay que tenerlo en cuenta a la hora de planificar las rutas. Los caminos son bastante anchos, lo que hace fácil mantener la distancia de seguridad.

Ahora sí… Comenzamos la ruta

Vistas durante el camino

Llegamos temprano a la zona del parking, y tras un breve paso por el Centro de Visitantes, nos dirigimos al comienzo de la ruta. El camino inicial es común a la ruta que se dirige a la Laguna Grande y a la subida al pico de Peñalara, y discurre por una pista ancha, que va ganando poco a poco altura.

Llegamos al Mirador de la Gitana, que no goza de grandes vistas, pero tiene un interesante reloj y calendario solar. Justo allí encontramos una bifurcación. El camino de la derecha está cerrado, ya que sólo se puede recorrer en sentido contrario: es el que seguiremos a la vuelta. Tomamos, por tanto, el de la izquierda, que sigue ascendiendo suavemente entre pinos, hasta que, poco después, vemos que sale un camino a nuestra derecha, con una señal que indica la dirección hacia nuestro destino, la Laguna de los Pájaros.

Aquí ya dejamos de caminar por una pista ancha y cómoda, y el ascenso empieza a ser más dificultoso, con la presencia de muchas rocas. Cruzamos un riachuelo por un puente de madera, y llegamos a una subida más escarpada. Esta es la más dura, hasta que finalmente alcanzamos el Mirador de Javier.

Vistas desde el Alto de las Lagunillas

Seguimos ascendido un poquito más, y enseguida llegamos a una zona elevada con unas vistas impresionantes: el Alto de las Lagunillas, desde el que podemos observar toda la cadena montañosa a un lado, y al otro, las lagunillas a los pies del Peñalara. Cansados por el esfuerzo, y con ganas de disfrutar de ese paisaje increíble, decidimos hacer una parada para reponer fuerzas. Allí vivimos un momento muy especial, ya que observamos varias águilas sobrevolarnos. Una de ellas pasó realmente cerca, tanto que incluso nos asustamos. La verdad es que fue increíble.

Lagunillas

Después de este descanso, continuamos nuestro camino, ahora descendente, hasta llegar al pie de las lagunillas, en las que se reflejan el cielo y las montañas. Un toro con cara de pocos amigos nos observa cuidadosamente, por lo que avanzamos a paso rápido.

Una nueva zona bastante rocosa, y llegamos a la Laguna de los Claveles, de mayor tamaño que el resto, que nos regala una imagen muy bonita del reflejo de las nubes. Continuamos por aquí, atendiendo a nuestras pisadas, y a no salirnos del camino, que aquí está peor marcado, pero que hay que respetar por razones de conservación.

Laguna de los Claveles

Ya no puede quedar mucho… De repente, vemos la silueta de dos preciosos caballos que se recorta en el horizonte. Cuando nos acercamos, nos damos cuenta de que hemos alcanzado nuestro destino, y es mejor de lo que esperábamos.

La Laguna de los Pájaros nos esperaba, no muy solitaria, pero sí bellísima, y rodeada de un grupo de caballos salvajes y sus potrillos, que no dudé en retratar desde todos los ángulos posibles, intentando no molestarlos (lamentablemente, no todo el mundo pensó lo mismo, y continuamente había gente acercándose más de la cuenta e incluso tocándolos). Fue un momento mágico, disfrutando de esa vista tan espectacular y de los animales.

Laguna de los Pájaros

Una de mis hermanas y yo quisimos disfrutar de otro punto de vista de la laguna, e iniciamos el ascenso hacia un punto más elevado, el Risco de los Pájaros. En cuanto ganamos altura, pudimos ver hacia un lado la provincia de Segovia, y al otro, la figura completa de la Laguna de los Pájaros y, a lo lejos, el Valle de Lozoya y el Embalse de la Pinilla. Poco después, comenzaba el Risco de los Claveles, ya que no nos encontrábamos muy lejos ya del pico (aunque quedaba aún una buena subida), pero como no todo el grupo quería subir, decidimos dejarlo para otra ocasión.

Laguna de los Pájaros desde las alturas

Nos reunimos de nuevo junto a la laguna para disfrutar de nuestro picnic y de las vistas, del buen tiempo, y de la tranquilidad de la montaña. Después de la comida y el descanso, emprendimos la vuelta, por el mismo camino, hasta llegar al Mirador de Javier.

Allí, junto al letrero con el nombre del mirador, comienza un pequeño sendero, que discurre por la ladera, descendiendo poco a poco sin dificultad hasta el fondo del valle, dejándonos justo a los pies de la Laguna Grande. Tengo que decir, de todas formas, que me supo a poco. Ni las vistas desde arriba ni una vez que la alcanzamos nos permiten tener una buena panorámica de la laguna, por lo que no la podemos disfrutar demasiado. Además, por razones de conservación no está permitido acercarse demasiado a la misma, lo que, por supuesto, respetamos.

Desvío a la Laguna Grande

Lo que sí que nos impresionó es el circo glaciar en el que se encuentra, con el macizo de Peñalara como marco. El camino de vuelta es en parte por pasarelas de madera que recorren el valle hacia su salida, y es realmente bonito. 

Llegamos a una choza, y encontramos la bifurcación que vimos al inicio del camino. A nuestra izquierda, el camino a la Laguna de los Pájaros. A nuestra derecha, el camino hacia Cotos por el que habíamos llegado inicialmente, y de frente, el camino de salida de sentido único (el llamado Camino de la Laguna). Este camino es muy sencillo, sin apenas desnivel, pero nos regala vistas muy bonitas de las montañas, ya que va a media altura por la ladera.

Llegamos hasta la pista inicial, y de ahí, de nuevo al parking. Y así, termina un día que hemos disfrutado muchísimo y que, como siempre, nos deja con ganas de más montaña y de seguir aprendiendo para poder disfrutar de senderos cada vez más impresionantes.

Laguna Grande

Otras rutas de senderismo por Madrid

Si te ha gustado, he escrito sobre otras rutas de senderismo en el blog:

- Subida al Cancho de la Cabezadesde Patones de Arriba

- La Chorrera de San Mamés

 

Y, como siempre, cualquier duda o sugerencia, ¡será más que bien recibida!