Preparativos para viajar a Nueva Zelanda y las Islas Cook por libre

Este viaje ha sido muy especial para nosotros, ya que ha sido nuestra luna de miel. Desde el principio tuvimos claro que nuestro destino sería Nueva Zelanda, y que iríamos en la primavera austral. No barajamos ningún otro destino como alternativa. Lo que sí fue una incorporación durante el desarrollo del plan fue la visita a las Islas Cook.

En este post os voy a contar cómo organizamos el viaje y qué llevamos preparado desde casa, así como las experiencias más increíbles de las que pudimos disfrutar allí (¡aunque para eso tienes que llegar al final!).

Tienes este post sobre nuestra ruta por la Isla Norte de Nueva Zelanda y este otro sobre la Isla Sur. Por último, tienes este post sobre qué hacer en las Islas Cook. ¡Espero que los disfrutes!

Preparativos generales del viaje

Muri Beach, Rarotonga

Nuestro viaje se extendió desde finales de octubre hasta principios de noviembre. Visitamos en primer lugar las Islas Cook, ya que así coincidíamos con el final de la temporada seca (aunque la realidad es que llovió bastante), y además dábamos margen a que fueran aumentando las temperaturas en Nueva Zelanda, en la que la temporada alta es de diciembre a marzo.

Debido al tiempo del que disponíamos, no nos planteamos alojarnos en más de una isla en las Islas Cook, por lo que elegimos Rarotonga por ser la que tiene más oferta turística y ser la más accesible. Una vez allí, recorrimos la isla e hicimos una excursión a Aitutaki, una isla paradisíaca con una laguna rodeada de un arrecife en la que, si dispones de tiempo y dinero suficiente, deberías alojarte. Estuvimos un total de cuatro días.

 En Nueva Zelanda haríamos un roadtrip de norte a sur, intentando dejar las zonas más frías para el final del viaje, que además son las más impresionantes (intento siempre organizar los viajes “de menos a más”, para mantener la emoción en todo momento). De esta manera, dedicamos cinco días a recorrer la isla norte y ocho a descubrir la isla sur.

¿Caravana o coche?

Parque Nacional Aoraki/Monte Cook

La siguiente decisión era relativa a los alojamientos. Por un lado, en las Cook lo más habitual es alojarse en un resort a pie de playa, opción que puede ser interesante, pero el precio se alejaba de lo que buscábamos. Tras una búsqueda exhaustiva por internet, encontramos un apartamento en las montañas, con unas impresionantes vistas de la isla, a un precio mucho más atractivo. Eso sí, nos vimos obligados a alquilar un coche para recorrerla.

En Nueva Zelanda, una opción que cada vez gana más popularidad es el roadtrip en caravana o camper. Es una idea bastante atractiva, ya que permite descansar en campings en entornos realmente increíbles, además de favorecer una flexibilidad que, en un país con un clima tan cambiante como éste, se agradece bastante.

Sin embargo, nosotros, tras valorar detenidamente pros y contras, decidimos alquilar un coche y alojarnos en bed&breakfast. Esto lo hicimos para ganar en comodidad, al ser nuestra luna de miel, teniendo en cuenta que era un viaje bastante largo y nunca habíamos hecho algo parecido. La verdad es que la mayor parte de los alojamientos fueron encantadores, algunos de ellos gozaban de vistas privilegiadas y los desayunos no los olvidaremos pronto. Eso sí, hay que tener en cuenta que es una opción más cara. En nuestro caso, fue una decisión muy acertada, aunque es cierto que nos gustaría probar la opción de la caravana más adelante en otro destino.

Apartamento en Rarotonga

Documentación

Otros aspectos a tener en cuenta al preparar un viaje de este tipo son los visados. Recientemente, en Nueva Zelanda incorporaron un permiso llamado NZETA, similar al ESTA estadounidense, aplicable a ciudadanos europeos y de otras nacionalidades, cuyas condiciones podéis consultar en la web oficial. Se puede tramitar de manera online a través de esta web o de una aplicación del gobierno neozelandés. El coste total es de 47 dólares neozelandeses (NZD), correspondientes al propio visado y a una tasa de protección medioambiental. En nuestro caso, en apenas unos minutos nos llegó el email confirmatorio de que la gestión había sido realizada.

Importante, como en otras ocasiones, haber comprobado que el pasaporte es válido al menos 6 meses desde la visita, y contratar un seguro de viajes (al organizar el viaje por libre no teníamos ninguno incluido.

Otras reservas

Muelle de Milford Sound

Decidimos llevar reservadas desde España algunas de las excursiones que queríamos realizar, ya que nos preocupaba quedarnos sin entradas. Además, así podíamos escoger las opciones tranquilamente y en el horario que nos conviniera (algo fundamental teniendo en cuenta el tiempo del que disponíamos).

En las Islas Cook reservamos la excursión a Aitutaki. En este caso es sencillo, ya que sólo hay un horario y una compañía, Air Rarotonga. Se puede hacer a través de su web, y está incluido el crucero por la laguna.

En Nueva Zelanda decidimos reservar, en primer lugar, el ferry para cruzar con el coche de la isla norte a la sur. Hay dos compañías, Bluebridge e Interislander. Los precios son parecidos en ambas. Finalmente escogimos la segunda, porque nos convenía más el horario, y no tuvimos ningún problema.

Otras excursiones que reservamos fueron: las entradas a Hobbiton Movie Set, la cena-espectáculo maorí en el Tamaki Maori Village, el crucero de avistamiento de ballenas en Kaikoura, el aquataxi por Abel Tasman (esto no es imprescindible hacerlo con antelación), el vuelo en helicóptero por los glaciares y el crucero por el Milford Sound.

Al ser nuestra luna de miel, decidimos darnos algunos caprichos, y aunque todas las experiencias fueron más que recomendables, algunas de ellas pueden realizarse de manera más económica (por ejemplo, en Abel Tasman hay trekkings que pueden realizarse sin transporte acuático).

Parque Nacional Abel Tasman

Moneda

Aunque en las Islas Cook tienen su propia divisa, en ambos países se puede utilizar el dólar neozelandés (NZD), cuya equivalencia en este momento es 1 NZD = 0,56 €.

Nosotros sacamos dinero en el cajero, y pagamos todo lo que pudimos con tarjeta, evitando casas de cambio, para ahorrar comisiones.

No son países baratos. En el caso de las Islas Cook, está muy orientado al turismo, que es predominantemente americano, australiano o neozelandés. En Nueva Zelanda, el nivel de vida es alto, por lo que comer en un restaurante o comprar en un supermercado puede dar alguna sorpresa.

En nuestro caso, comprábamos comida para tomarnos por el camino, aunque en algunas ocasiones sí comimos en restaurantes, especialmente de comida asiática, más económica. Hay una cadena de supermercados, Pack’nSave, de precios algo más ajustados.

Rutas de senderismo

Tama Lakes Track

Seguro que si vas a Nueva Zelanda uno de tus objetivos es realizar alguna de sus muchas rutas de senderismo. Las hay para todos los niveles: desde paseos de 20  minutos a rutas de varios días por los lugares más remotos del país. 

Muchas veces es difícil hacer algo diferente a lo habitual porque no se dispone de la información. Sin embargo, en Nueva Zelanda es muy fácil acceder a toda la información de los trekkings disponibles en cada zona, e incluso el estado de los mismos (¡puede ser que estén cerrados por ser invierno o temporada de cría de ovejas, por ejemplo!), ya que existe una web oficial gubernamental de acceso público que recoge todo esto y más. Te dejo aquí el link, que seguro que te será útil.

Algunas de las rutas más conocidas que seguro que te plantearás incluir en tu viaje son el Tongariro Alpine Crossing o el Hooker Valley Track, pero hay muchas más, como el Tama Lakes Track, en el Parque Nacional Tongariro, que seguro que disfrutas. 

Las cinco mejores experiencias en Nueva Zelanda y las Islas Cook

En otro post os detallaré la ruta por las Islas Cook y Nueva Zelanda (Isla Norte e Isla Sur), pero en éste, para ir abriendo boca, os voy a contar las cinco mejores experiencias que tuvimos en este viaje. ¡Que las disfrutéis!

Snorkel en la playa de Titikaveka

Titikaveka Beach

Hasta que no estuve en el Mar Rojo, no descubrí las maravillas del fondo marino. Sin embargo, desde entonces vivo obsesionada con él. Estaba claro que en Rarotonga no iba a dejar pasar la oportunidad. Por eso, decidimos alquilar unas gafas y un tubo de snorkel y disfrutar.

Pudimos ver mucho coral, peces de todos los colores, estrellas de mar, erizos ¡e incluso almejas gigantes! Estas últimas, en la laguna de Aitutaki. ¡Sin duda es algo que no te puedes perder! Eso sí, las tortugas se nos resistieron en este viaje.

Crucero por la laguna de Aitutaki

One Foot Island (Aitutaki)

Quien me conoce sabe que yo no soy mucho de playa, pero la verdad es que después de estar en este paraíso me lo he replanteado. Aguas turquesas, arena blanca, palmeras meciéndose por el viento… Eso sin comentar que una de las mejores comidas del viaje fue la del crucero. ¡La fruta no me sabe igual después de esta experiencia! Y, para rematar, más snorkel.

Alucinar con los colores de las áreas geotermales

Wai O Tapu

Si de géiseres y áreas geotermales se trata, Rotorua se lleva sin duda una mención especial. Nunca había estado en una zona de actividad volcánica, y, aunque había visto fotos, la realidad la superaba con creces. A pesar del olor a huevos podridos, que esperaba más insoportable, el paisaje de un verde intenso alternando con los lagos de colores imposibles hizo que aquella fuera una de las experiencias que no vamos a poder olvidar.

Sobrevolar en helicóptero los glaciares de la Isla Sur

Franz Josef Glacier

Esta es de esas experiencias que no habríamos realizado de no haber sido nuestra luna de miel, ya que no es precisamente económica. Sin embargo, ahora pensamos que ha sido una de las mejores decisiones que hicimos. Tuvimos la suerte de que justo ese día despegaron los helicópteros (el clima no permite siempre que lo hagan), y nos quedamos alucinados de lo impresionante que es la naturaleza. Inolvidable.

Descubrir los paisajes montañosos del Aoraki / Monte Cook

Kea Point

Si había un sitio al que sabía que iría cuando estuviera en Nueva Zelanda, era éste. Las montañas me atraen con un magnetismo especial, y la promesa de picos nevados, lagos de ensueño y glaciares que descansan en ellos lo hacían aún mejor. Aunque el tiempo nos jugó una mala pasada, finalmente pudimos disfrutarlo y descubrimos que era más de lo que habíamos imaginado.

Mi impresión del viaje

León marino en Ohau Point

En esta ocasión no puedo ser muy objetiva, porque realmente ha sido un viaje muy especial para nosotros. Nueva Zelanda llevaba siendo un sueño para mí muchos años y poder conocerla por fin ha superado con creces mis expectativas. Me parece un viaje imprescindible para aquellos a los que les guste la naturaleza, los paisajes, y la vida salvaje.

Sin embargo, sí habría cosas que considero que pueden mejorarse: nos faltó tiempo. Considero que al menos dos días más en las Islas Cook podrían haber mejorado la experiencia, y una semana más en nueva Zelanda habría hecho que redujéramos el número de kilómetros al día, además de permitirnos incluir en la ruta lugares a los que no pudimos llegar, como el Monte Taranaki o los Catlins, pudiendo disfrutar con más calma de los lugares en los que sí estuvimos.

¡Espero que os sea útil este post y que disfrutéis mucho de vuestro viaje!

Como siempre, para cualquier duda que os pueda resolver, estoy a vuestra disposición.